Un error que cometemos muchas veces es el de olvidar que las paredes del hogar necesitan estar limpias también. El polvo y la humedad suelen hacerse presentes si no le prestamos atención.
¿Cómo limpiarla? Para hacerlo solo necesitarás agua y jabón líquido. Por cada dos tazas de agua coloca una cucharada de jabón. Lo dejas reposar y cuando te toque limpiar utiliza una esponja para fregar las paredes. Recuerda escurrir con frecuencia para que no se acumule la suciedad.
El tip es que comiences siempre tu limpieza de arriba hacia abajo. Sin olvidar también las lámparas y ventiladores ¡Seguro tienen polvo que no estás viendo!