Este punto está dividido en dos partes. El primero tiene que ver con el límite físico. Que quede explícita tu zona de trabajo de forma tal que te llenes de esa energía al momento de trabajar. Incluso puedes vestirte como lo harías en tu oficina.
Existen muchos tipos de muebles que pueden ayudarte en esta tarea. Por ejemplo, los modulares que hacen que se diferencie una zona de la otra.
Por otra parte, establecer los límites con los miembros de tu familia también es fundamental. Que entiendan que estás en horario de trabajo y no interrumpan tu labor. Establece las reglas desde un principio, puede ser una buena excusa para reinventar las rutinas de tu familia.