Lo importante es que la sala te guste a ti y te haga sentir cómoda. El único error que no debes cometer, es el de colocar el mismo tono en cada detalle porque de esa manera estará muy cargado.
Si te gusta el rojo chillón o el violeta, puedes utilizarlo sin problemas siempre y cuando lo puedas combinar con un gris o blanco. Juega con la paleta de colores, hay tonos más fuertes y otros más pálidos. Recuerda también pensar siempre en los objetos que ya tienes en tu hogar para que la pintura acompañe.
¿Cuál de todas estas combinaciones te convence más?