Una colección de look sofisticado más que rústico con el aporte directo del tono dorado, que rinde tributo no a una etnia, sino a la diversidad. Desde la figura decorativa de la africana, el buda hasta el exótico marroquí, todos convergen en una sola propuesta de tonos tierra y dorado que guarda una particularidad adicional.
Patrones, materiales y textiles que aportan una sensación natural y cruda, lo que los hace extremadamente ricos al tacto y a lo visual.
Lejos de ser una colección étnica rústica, es sobria y sofisticada.